Aunque el nivel del ciclismo de montaña freeride nunca ha sido tan alto, los grandes eventos siguen estando reservados en su mayoría a los hombres. Pero las mujeres están llamando a la puerta de la disciplina y ya no dudan en enfrentarse a los senderos más peligrosos del mundo.
Desde hace 20 años, la Red Bull Rampage es la competición de referencia en el mundo del ciclismo de montaña freeride. Este año, de nuevo, sólo había hombres compitiendo en las montañas ocres de Utah, en Estados Unidos. Pero las mujeres ya no se conforman con ser meras espectadoras en este tipo de eventos de ciclismo de montaña ultra comprometido. También piden participar en estas competiciones, o al menos que se organice un evento femenino para ellas.
Para encontrar a los pioneros del género, hay que ir a Estados Unidos. La mayoría de ellas son mujeres que empezaron en el circuito de la Copa del Mundo de descenso, antes de pasarse al freeride, donde las competiciones son más raras y las riders se ganan la vida produciendo vídeos y contenidos para sus patrocinadores. Es el caso de Katie Holden (en la foto de abajo), que ha trabajado para que las mujeres tengan voz en el mundo del freeride.
"El problema de la paridad en esta disciplina viene probablemente del hecho de que la gente simplemente no se imaginaba que una mujer pudiera pilotar en este tipo de terreno", explica, citando el Red Bull Rampage. "Normalmente es un entorno de hombres. Ninguna mujer lo había probado antes. Así que fui y pasé mucho tiempo allí. Era como una esponja. Aprendí todo lo que pude".
A pesar de las barreras, Katie Holden nunca se ha rendido, y ha seguido trabajando entre bastidores durante años para que las mujeres tengan un lugar bajo el sol en esta disciplina. En primer lugar, filmó algunas de sus líneas en bicicleta de montaña en ciertos lugares comprometidos en los que, hasta ahora, sólo habían rodado hombres. Fue una oportunidad para demostrar que las riders también podían poner sus ruedas donde antes lo hacían los hombres. En 2019, también ha lanzado "Formation", un campamento de freeride para mujeres. La idea es que las mejores freeriders del mundo se reúnan durante varios días en un spot y se empujen unas a otras, filmadas por las cámaras de Red Bull, socio del evento. Es una buena manera de poner a prueba las habilidades técnicas de las mujeres y permitirles progresar (véase el vídeo de la edición de 2021 más abajo).
El campo de entrenamiento es la culminación del trabajo de varias mujeres que en los últimos años han conseguido dedicarse a su profesión de freeriders y cobrar por ello. Entre ellas se encuentran la argentina Camila Nogueira y las neozelandesas Vinny Armstrong, Jess Blewitt y Casey Brown. Casey Brown fue la primera mujer que participó en las clasificatorias del Red Bull Rampage. Aunque no llegó a la final, demostró que las riders femeninas tienen lo que hay que tener para enfrentarse a hombres en puestos comprometidos. "Con la participación de Casey en las clasificatorias de Rampage y la creación del campamento 'Formation', hemos demostrado a la gente que las mujeres son capaces de pilotar aquí", concluye Katie Holden. "Traer a todas estas mujeres ha ayudado a demostrar que las cosas están listas para cambiar".