Un francés bate el récord de inmersión en el hielo. ¡Los secretos de esta hazaña!

El 19 de diciembre, Romain Vandendorpe, de 34 años, pasó más de 2h30 en
una bandeja llena de cubitos de hielo. Este fisioterapeuta-osteópata del norte de Francia ha
eligió ir más allá de sus límites para luchar contra los cánceres pediátricos.


Se necesitaron 1,5 toneladas de hielo para cubrirlo hasta el cuello. Después de dos años...
de preparación intensiva, Romain Vandendorpe pasó 2 horas y 35 minutos en un tanque lleno de
cubitos de hielo a -18 grados, batiendo el anterior récord mundial de 1 hora y 53 minutos.


Fue una tragedia la que lo inició todo. Profesional de la salud, este padre de tres hijos
trabaja como fisioterapeuta-osteópata e hipnoterapeuta en la zona de Lille.
En la primavera de 2018, Romain Vandendorpe fue llamado a la cabecera de Agustín, un pequeño
Niña de 4 años con un tumor agresivo en el tronco cerebral. Ha fallecido
lamentablemente dos días después.


Molesto, el cuidador piensa en cómo puede ayudar a la investigación contra
cánceres pediátricos. La idea de utilizar el frío se le ocurrió por casualidad, después de un baño en agua
de su jacuzzi del patio trasero. Descubre que el frío le produce una profunda relajación,
y busca comprender sus efectos en el cuerpo humano.


Técnicas neurocognitivas prometedoras


Romain Vandendorpe lanzó entonces el proyecto "Neuro Ice Record", con un doble objetivo:
batir el récord mundial de inmersión en hielo y explorar cómo el frío puede
para avanzar en el conocimiento médico. Se entrena progresivamente exponiéndose
al frío durante periodos de tiempo cada vez más largos, con el fin de poner a prueba los límites del cuerpo humano
en un entorno hostil. En particular, el cuidador aprende a controlar su respiración para
para reducir su ritmo cardíaco durante el estrés térmico. Ahora está convencido
que las técnicas neurocognitivas que utiliza para combatir el frío podrían ser
utilizado en el tratamiento de ciertas enfermedades, incluido el cáncer.


La lucha de Romain ya ha recaudado 218.000 euros para la asociación "Wonder
Agustín", creada en 2018 para concienciar sobre el cáncer que afectó a la pequeña y
apoyar proyectos de investigación.