A sus 43 años, la deportista se ha propuesto un gran reto al participar por primera vez en esta extraordinaria carrera en solitario. Retrato de esta marinera franco-alemana que lucha por la igualdad de género.
La pasión de Isabelle Joschke por la navegación se remonta a su primera infancia. Fue navegando por un lago de Austria durante unas vacaciones familiares en casa de su abuela cuando se apoderó de ella el irrefrenable deseo de salir a alta mar. Sólo tenía 5 años, pero el sueño de navegar nunca la abandonaría. Isabelle vivía lejos del mar, y los años pasaron sin que encontrara la oportunidad de hacer realidad su pasión. Cuando era una joven estudiante de literatura clásica, decidió finalmente hacer un curso de vela en Les Glénan y descubrió con asombro que su sueño seguía vivo.
Isabelle Joschke obtuvo entonces su diploma de patrona y se ofreció como voluntaria para su primera minicruzada del Atlántico. Este viaje la convenció de hacer de la navegación su profesión. A los 27 años, compró su primer barco, se instaló en Bretaña y comenzó a prepararse para las grandes travesías. La joven se hizo rápidamente un nombre participando en competiciones exigentes desde muy pronto. Con éxito: ganó la 3ª etapa de la Cap Istanbul 2008, 7ª en la Lorient Horta Solo 2014, 17ª en la Solitaire du Figaro 2015, 2ª en la Transat Québec Saint-Malo 2016... Tanto es así que en 2015, Isabelle Joschke decidió que participaría en la Vendée Globe 2020 junto a los mejores navegantes del planeta, como colofón a su trayectoria. Esta regata extrema consiste en dar la vuelta al mundo desde Les Sables d'Olonne, en solitario, sin escalas y sin asistencia, en un monocasco de 60 pies.
Promover el lugar de las mujeres en el deporte
Un viaje especialmente peligroso y a veces mortal, en el que los marineros desafían las olas del océano Atlántico, luego del Índico y del Pacífico. A través de la Vendée Globe, Isabelle Joschke quiere poner a prueba sus límites físicos y mentales encontrando recursos insospechados frente a los elementos furiosos. Su participación es también una forma de promover la igualdad de género en el deporte, una causa que defiende a través de su propia asociación, Horizon Mixité, creada en 2012.
Los voluntarios visitan escuelas y centros de formación para concienciar sobre los beneficios de la igualdad de género desde una edad temprana, en todos los ámbitos de la sociedad. Al mismo tiempo, Horizon Mixité anima a las mujeres a iniciarse en la vela de competición para aumentar su confianza en sí mismas. La tarea es inmensa, ya que las regatas oceánicas en solitario son uno de los deportes en los que las mujeres están menos representadas, con sólo 5 a 8 % participando en la competición. Sin embargo, las pocas mujeres navegantes tienen tanto éxito como los hombres, como Ellen MacArthur, que terminó segunda en la Vendée Globe de 2000. Con su participación en la edición de 2020, Isabelle Joschke pretende seguir rompiendo las ideas preconcebidas sobre el deporte femenino.