Nacida del deseo de limitar el uso de fibras petroquímicas en la ropa, Icebreaker lleva más de 25 años ofreciendo prendas de merino, que han seducido incluso al más ilustre de los exploradores: Mike Horn.
"Cuando fundé Icebreaker tenía 24 años, no tenía ni un céntimo y no sabía muy bien lo que hacía. Fue en Nueva Zelanda, en 1995, cuando Jeremy Moon lanza y funda la marca que se ha convertido en una referencia en el uso de la lana merina. Pionera en la producción ética y sostenible de ropa de rendimiento natural, Rompehielos siempre ha seguido los deseos de su fundador. "Tras un encuentro casual con un ganadero de ovejas merinas, algo encajó en mí", añade Jeremy Moon. "Nació una pasión. A partir de ese momento, incorporar soluciones naturales a la ropa técnica se convirtió en una obsesión".
Esta obsesión se ha traducido a lo largo de los años en una amplia gama de prendas diseñadas con la agricultura regenerativa como eje central. La agricultura regenerativa pretende fomentar la biodiversidad, proteger los ciclos del agua, mejorar la salud del suelo y reducir las emisiones de carbono. Como sabemos, el suelo necesita carbono para prosperar. Si está sano, puede ayudar a eliminar carbono de la atmósfera y almacenarlo en el suelo.
En concreto, Icebreaker aspira a ser la primera empresa en producir lana de forma regenerativa con sus granjas de merinos neozelandeses, como Omarama (véase más abajo), en la parte occidental de la Isla Sur. Allí, con sus 19.000 ovejas, los ganaderos Richard y Annabelle Subtil trabajan para regenerar la tierra para las generaciones futuras. Para ayudarles a alcanzar este objetivo, Icebreaker se ha asociado con The New Zealand Merino Company y su programa ZQRX, que permite a los criadores de merinas comprender la complejidad de su ganado, el suelo, el clima, la ecología y la comunidad con un enfoque holístico.
El programa ZQRX también incluye un índice de regeneración ZQ que los ganaderos de merinas utilizan para medir y reducir su impacto en los cursos de agua y las especies autóctonas, sus emisiones de CO2 y también para mejorar las comunidades locales. En su último informe de transparencia diseñado para fomentar la confianza de los consumidores y promover la transparencia y las prácticas empresariales sostenibles en el sector, Icebreaker señala las medidas adoptadas por Omarama Farm, como cubrir la hierba conservada con cal en lugar de plástico. Estos ganaderos neozelandeses también recurren más a los caballos para el transporte que a los tractores, mientras que las ovejas campan a sus anchas por pastos abiertos con sombra y cobijo. Tres cuartas partes de la electricidad que producen se exportan a la red. Por último, los esfuerzos de los agricultores también se dirigen a la preservación y diversidad del suelo, esenciales para proporcionar buenos piensos a su ganado, como éste de debajo de la granja Godley Peaks.
Además, Icebreaker también lleva trabajando desde 2018 para eliminar por completo el plástico innecesario de sus prendas técnicas. Mientras que en 2018 84% de las fibras utilizadas por la marca eran naturales o de origen vegetal, Icebreaker ha pasado a 95%. Las 5 % restantes de fibras sintéticas se utilizan para necesidades específicas y necesarias, como añadir la tan necesaria elasticidad a la ropa interior y los calcetines. Y quién mejor que Mike Horn para promocionar los productos y valores de la empresa. El aventurero sudafricano y suizo utiliza las prendas de lana merina de la marca en sus diversas expediciones, destacando la capacidad de la lana para mantener el cuerpo a la misma temperatura incluso cuando está mojada. Nos vemos en esta dirección para encontrar todos los productos Icebreaker ofrecidos en Private Sport Shop.